En La danza del miedo, la Dra Harriet Lerner,  cuenta la historia de Frank, un hombre que fue a su consulta queriendo superar su “miedo al rechazo”.

Frank no había podido invitar a una mujer a salir desde su divorcio . Era un antiguo cliente de terapia que ahora vivía en Oklahoma, y ​​estaba de regreso en Kansas para un seminario de dos días. Quería una solución rápida.

“El problema real”, le dijo la Dra Lerner, “es que no tienes suficiente experiencia con el rechazo”. Para resolver su problema, Frank necesitaba acumular rechazos. Su misión, si optaba por aceptarlo, era acumular una cantidad impresionante de rechazos en un día.

La Dra le dió a Frank instrucciones específicas sobre cómo proceder. Debía estacionarse al pie del ascensor de un edificio muy concurrido por mujeres. Cuando éstas bajaban, tenía que repetir sus líneas: “Hola. Mi nombre es Frank. Espero que no creas que soy grosero, pero me pregunto si te gustaría tomar un café conmigo.”  No debía desviarse del guión y debía mantener un seguimiento cuidadoso de la cantidad de rechazos que acumuló hasta que alcanzó el número requerido.

Según la Dra Lerner, Frank se curó por completo con su experiencia de un día con el entrenamiento de rechazo. Aquí las cuatro claves de su éxito:

• La acción es poderosa:  a veces puede superar un miedo rápidamente, si está dispuesto a actuar. Cuando evitas lo que temes, tus ansiedades tienden a empeorar con el tiempo.
• Éxito por fallar:  Si temes el rechazo, es posible que necesites acumular más experiencia para ser rechazado. Esto se aplica no solo a pedirle una cita a alguien, sino también a hacer llamadas de ventas, intentar publicar un artículo o acercarse a nuevas personas en una fiesta.
• Riesgo de sentirte ridículo:  La mayoría de las personas se sienten profundamente avergonzadas ante la idea de parecer tontas y evitan correr riesgos saludables para evitar esa posibilidad. Frank aprendió que sentirse ridículo, una y otra vez, era tedioso e incómodo, pero no la amenaza principal a su dignidad que había imaginado.
• Invitar al miedo: Cuando anticipas que un invitado vendrá a visitarte, estás más preparado para lo que sea que suceda. Casi todos los tratamientos y estrategias que ayudan a las personas con miedo implican invitar al miedo a entrar.
• La motivación importa: Si no tiene al menos un 6 o 7 en esa escala de motivación de 1 a 10, es posible que deba sentir más dolor por el status quo antes de estar dispuesto a actuar. Por lo menos, necesitas sentir profundamente las consecuencias negativas de no actuar.

El rechazo es horrible. Es posible que todos deseamos llevar una armadura (o al menos un traje de baño) para protegernos de los sentimientos de vergüenza , autodesprecio, depresión , ansiedad y rabia que el rechazo puede evocar. Ninguno de nosotros es inmune al dolor del rechazo. Pero a veces, la forma rápida de superar nuestro miedo al rechazo, o lo que sea que tememos, es ponerse al volante y acumular más de lo que tememos.

La única manera segura de evitar el rechazo es sentarse en silencio en un rincón y no correr riesgos. Si elegimos vivir con valentía, experimentaremos el rechazo y sobreviviremos para mostrarnos por más. Si sabemos algo seguro sobre el miedo, es esto: la evitación hace crecer el miedo.

Fuente: La danza del miedo