10 Preguntas que te pueden cambiar la vida
Cuando somos pequeños nuestra curiosidad es insaciable, preguntamos mucho y no nos conformamos con cualquier respuesta. Sin embargo, a medida que crecemos nos vamos adaptando y dejamos de cuestionarnos las cosas. Asumimos lo que hemos aprendido como verdades inamovibles y adaptamos nuestra vida a ellas. El problema es que en muchas ocasiones estas reglas se convierten en un lastre para nuestro desarrollo. Por eso, de vez en cuando es conveniente cuestionarnos algunas de esas “verdades”.
- Si no supieras cuando naciste, ¿qué edad crees que tendrías?
La edad no solo es una cuestión física es, sobre todo, una cuestión psicológica. Mantener la mente abierta, ser curioso y aprender constantemente son las características de las personas que no envejecen sino que se mantienen activas hasta el final de sus vidas. Adaptarnos a los comportamientos que se esperan para nuestra edad no siempre es positivo. Pensar que no podemos hacer algo porque no es propio de nuestra edad puede significar que nos estamos limitando innecesariamente y que estamos reprimiendo deseos que son perfectamente comprensibles y naturales.
- ¿Qué tipo de trabajo te haría rico en términos de felicidad y no de dinero?
Sabías que el sitio donde pasamos más tiempo de nuestra vida es la cama y después la oficina? Si pasamos tanto tiempo trabajando, sería conveniente sentir pasión por lo que hacemos o, al menos sentirnos satisfechos. Por eso, de vez en cuando es conveniente preguntarse si lo que estamos haciendo contribuye a nuestra felicidad y en qué medida. Si no es así, quizás sería el momento de replantearse nuestro trabajo y poner un nuevo rumbo. Se trata de una decisión que puede atemorizar pero, a la larga, merece la pena.
- ¿Haces lo que deseas o te conformas con lo que haces?
No se trata de un trabalenguas sino de una pregunta esencial que todos deberíamos plantearnos en algún momento de nuestra vida. De hecho, con el paso del tiempo muchas personas dejan de lado sus pasiones e intereses para conformarse con las reglas que impone la sociedad porque se supone que así deben ser las cosas. Se supone que deben trabajar unas 8 o 10 horas al día, formar una familia, comprar una casa, jubilarse y después morir. Sin embargo, cuando llegue el momento de saldar cuentas, ¿te sentirás satisfecho con tu vida? ¿Sentirás que has vivido siquiera?
- Si tuvieses que elegir un solo consejo para darle a un niño que comienza su vida, ¿cuál sería?
¿Aplicas este consejo en tu vida cotidiana? Es probable que no, porque la mayoría de las personas practican la idea “haz lo que o digo pero no lo que hago”. Por eso, de vez en cuando es conveniente que apliquemos los consejos que les damos a los otros. Saldremos enriquecidos con la experiencia y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
- ¿Por qué tú eres tú?
¿Qué te define como persona? ¿Quién crees que eres y cómo crees que te ven los demás? Conocer tus potencialidades y debilidades es fundamental para tener éxito, ser feliz y desarrollar una actitud resiliente. Saber cuáles son tus valores y hasta donde estarías dispuesto a llegar puede marcar la diferencia entre lograr lo que deseas y fracasar o conformarte.
- ¿Preferirías atesorar tus recuerdos o los darías gustoso para crear nuevos?
Lo que hemos vivido en el pasado nos ha llevado a ser lo que somos, nos ha moldeado y, de cierta forma, hoy nos limita. Hay personas que están demasiado atadas al pasado y no logran vivir el presente por la angustia y la culpa que este genera. Por eso, lo ideal es aceptar el pasado, con sus errores y alegrías, pero mirar al futuro para establecer una nueva meta que nos lleve más allá y que nos brinde una verdadera felicidad aquí y ahora.
- Si mañana llegase el fin del mundo, ¿con qué persona te gustaría estar ahora mismo?
A veces los vaivenes de la vida o el ajetreo cotidiano nos alejan de las personas que más amamos y mientras eso ocurre, el tiempo pasa irremediablemente. Por eso, a veces debemos detenernos y preguntarnos qué es lo que realmente nos importa en la vida. Entonces no queda sino luchar por ello. Aprovechar cada instante con las personas que amamos es fundamental porque el mañana puede que no exista.
- ¿Qué harías de manera diferente si vivieses en una sociedad donde nadie te juzga?
Las normas sociales existen para garantizar que respetemos los derechos de los demás pero no para convertirse en nuestra camisa de fuerza. Debemos guiarnos por nuestro sistema de valores, no por el miedo al castigo que pueda imponer la sociedad o por el temor a que otras personas nos juzguen mal. Cuando seguimos nuestras propias reglas asumimos la responsabilidad por nuestros actos, cuando seguimos las reglas de los demás, les cedemos las riendas de nuestra vida. A la larga, esa falta de compromiso no le hace bien a nadie: ni a nosotros ni a la sociedad.
- ¿Estás tomando las decisiones o dejas que otros las tomen en tu lugar?
Hay decisiones difíciles, decisiones que solemos postergar con la secreta esperanza de que se solucionen solas o que el problema desparezca. Sin embargo, los problemas, al menos los más importantes, casi nunca desaparecen por arte de magia, lo que realmente ocurre es que otros deciden en nuestro lugar. No olvides que esas pequeñas decisiones (o la falta de ellas) te van conduciendo en una dirección y al final podrías estar en un sitio que no te agrada envolviéndote en un Efecto Mariposa.
- ¿Qué te gustaría que cambiara del mundo?
Es probable que pienses que tu deseo es una utopía, algo que no se puede realizar. Sin embargo, si tan solo otro millón de personas desearan lo mismo que tú, esa ilusión podría hacerse realidad. Sin embargo, antes es necesario que pongas tu granito de arena y hagas lo que esté a tu alcance para cambiar ese pequeño espacio del mundo en el que te desenvuelves día a día. Porque si quieres cambiar el mundo, debes empezar por cambiarte a ti mismo.
Fuente: Rincón Psicología