NARCISISMO VS AMOR PROPIO: Consejos prácticos para desarrollar un Ego saludable
“Puedes buscar a lo largo de todo el universo alguien que merezca más tu amor y tu afecto que vos mismo, pero nunca encontrarás a esa persona”. ~ Desconocido
El budismo, la mitología griega o el hinduismo apuntan a amarnos a nosotros mismos, no en el ámbito del narcisismo, sino en formas saludables.
Existe una diferencia entre sentirse bien con nosotros mismos todo el tiempo, incluso a expensas de los demás (lo cual es narcisista) y sentir que somos valiosos (lo cual es un amor propio saludable).
Cuando sabemos que somos valiosos, tenemos un sentido sólido de nosotros mismos y estamos seguros por dentro; no buscamos la validación externa. Nuestras interacciones no se basan en quién puede ser nuestro suministro narcisista.
Nos movemos por la vida con un corazón abierto, compartiendo nuestro amor y compasión con todos. Encontrar este punto dulce de amor propio saludable es difícil.
Principalmente oscilamos entre el narcisismo en un extremo y la pseudo humildad en el otro. La calidad del amor que sentimos por nosotros mismos es un reflejo directo de lo que es nuestro “sentido del yo”.
Cuando nacemos, no tenemos sentido de nosotros mismos. No podemos decirnos que somos diferentes de nuestra madre. Nuestro sentido del yo está totalmente enredado con nuestros cuidadores principales.
A medida que crecemos, gradualmente nos damos cuenta de que somos un individuo separado y comenzamos a desarrollar un sentido del yo o “ego”.
Si hemos recibido un amor constante durante la niñez, crecemos con un ego saludable, un fuerte sentido interno de nosotros mismos, la capacidad de resolver problemas y relacionarnos con los demás de una manera saludable y con una sensación general de bienestar y seguridad.
Si hemos recibido amor inconstante o enfrentamos una humillación o trauma excesivo durante la infancia, crecemos con un ego no saludable.
Nuestro ego enfermizo es básicamente nuestro niño interior que no recibió amor y afecto y, por lo tanto, aparece de maneras disfuncionales para sobrellevar el dolor y protegerse de más dolor.
El ego no saludable aparece de las siguientes maneras:
- Sentirse inadecuado o no lo suficientemente bueno.
- Poniéndose a la defensiva, pasivo-agresivo y reactivo o se activa fácilmente.
- Miedo de enfrentar los desafíos de frente y encontrar formas de escapar de él.
- Tomando lo que otros dicen o hacen personalmente.
- Tener altas expectativas de uno mismo y de los demás y perseguir la perfección.
- Usar mecanismos de escape como la culpa, la crítica o la negación para tratar situaciones o personas difíciles.
- Tener una sensación de grandiosidad
- Buscando validación externa
- Incapacidad para mostrar compasión o empatía.
Si resuenas con algunos o todos los puntos en esta lista, quiero que abraces a tu niño interno o ego herido con amor y compasión, reconozcas que está dolido y apareciendo de maneras disfuncionales y que hay cierta cantidad de curación genuina requerida antes puedes comenzar a practicar el amor propio.
Aquí hay tres formas de practicar el amor propio sano
1) Re-padrar el niño interno
Su niño interior busca amor y validación que no obtuvo. Anhela ser cuidado por alguien que tiene bienestar genuino en el corazón, y ese eres tú.
Abrazalo, calma su dolor, celebrar las pequeñas victorias; Motivalo, disciplinalo con amor y compasión, y muestrale el amor incondicional y la aceptación que nunca recibió.
Aprenderá a desarrollar un sólido sentido interno de uno mismo y lo ayudará a pasar de formas disfuncionales a formas saludables de amarse a sí mismo.
2) Buscar terapia
Si no recibiste amor y afecto de niño, creces sintiendo un vacío constante que siempre buscas llenar, sin tiempo para enfocarte en tus sueños, metas o vida, porque estás preocupado con pensamientos sobre lo incompleto que eres.
La terapia te ayuda a sanar las primeras experiencias y los temidos patrones subconscientes que crearon el sentido insano de uno mismo. Le dará un espacio seguro y sin prejuicios para descubrir sus fortalezas y abrazar su lado oscuro. Gradualmente aprendes a abrazarse a ti mismo en la totalidad.
3) Autodisciplina y límites saludables
El ego no saludable te hace operar en extremos:
– Trabajas demasiado persiguiendo la perfección o postergando interminablemente (debido a la sensación de no ser lo suficientemente bueno).
– Aferrarse demasiado o permanecer demasiado distante en las relaciones (debido al miedo al abandono).
– Incapacidad para retrasar la gratificación (debido a la falta de confianza en el futuro). O ser demasiado duro consigo mismo y renunciar a toda la diversión (debido a la sensación de no merecer lo suficiente).
“Todo con moderación, incluida la moderación”. ~ Oscar Wilde
Dado que ahora eres consciente de los patrones poco saludables, debes elegir la autodisciplina para encontrar un equilibrio.
Crea límites saludables en el trabajo y las relaciones. Aprende a discernir cuándo ponerte primero y cuándo extenderse a los demás. Programe trabajo, diversión, tiempo para relacionarse y evite la tendencia a operar en extremos.
Tenga en cuenta que el amor propio no es una actividad de una sola vez para sanar a nuestro niño interno o iniciar una terapia. Es un viaje de autodescubrimiento de toda la vida.
Shweta Advani