Frases de “El Caballero De La Armadura Oxidada” que te harán reflexionar

Frases de “El Caballero De La Armadura Oxidada” que te harán reflexionar

Les compartimos las mejores frases del libro “El caballero de la armadura oxidada” de Robert Fisher:

A todos alguna armadura nos tiene atados.

Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo.

¿Estáis diciendo que la vida es buena cuando uno la acepta?

Pasado, presente y futuro son uno cuando estás conectado a la Fuente.

La Fuente es el poder misterioso e invisible que es el origen de todo.

Si realmente erais bueno, generoso y amoroso, ¿Por qué teníais que demostrarlo?

¿Nunca aceptáis nada tal como es, simplemente porque es?

No podéis continuar viviendo y pensando como lo habéis hecho hasta ahora.

Empezaréis por aprender a conoceros.

Estáis empezando a ver las diferencias en otras formas de vida porque estáis empezando a ver las diferencias en vuestro interior.

Cuando aprendáis a aceptar en lugar de esperar, tendréis menos decepciones.

Ponemos barreras para protegernos de quienes creemos que somos.

Permanecer en silencio es algo más que no hablar.

Le vino el pensamiento de que durante toda su vida había perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba a hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento.

Como me conozco, puedo conoceros. Somos todos parte el uno del otro.

¿Habéis confundido la necesidad con el amor?

Había necesitado el amor de todas las damiselas que había rescatado y de toda la gente por la que había luchado en las cruzadas porque no se amaba a sí mismo.

El caballero lloró aún más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar realmente a otros. Su necesidad de ellos se interpondría.

La verdad es amor.

Uno no siempre sabe cuándo pedir ayuda.

Si una persona es generosa, amorosa, compasiva, inteligente y altruista ¿Cómo podía ser más rica?

La ambición que proviene de la mente te puede servir para conseguir bonitos castillos y buenos caballos. Sin embargo, sólo la ambición que proviene del corazón puede darte, además, la felicidad.

La ambición del corazón es pura. No compite con nadie y no hace daño a nadie. De hecho le sirve a uno de tal manera que sirve a otros al mismo tiempo.

Es necesario separar la necesidad de la codicia.

Si se quedaran quietos más a menudo para poder aceptar y apreciar, en lugar de ir de aquí para allá intentado apoderarse de todo lo que pueden, entenderían verdaderamente lo que es la ambición del corazón.

Decidió que era verdad, que el tiempo transcurría con rapidez cuando uno se escuchaba a sí mismo. Recordó cuántas veces el tiempo se había hecho eterno mientras él esperaba que otras personas lo llenaran.

El conocimiento de uno mismo es la verdad y ya sabes lo que dicen: La verdad es más poderosa que la espada.

Si te enfrentas al dragón, hay una posibilidad de que lo elimines, pero si no te enfrentas a él, es seguro que él te destruirá.

Las decisiones son fáciles cuando no hay alternativa.

El miedo y la duda son ilusiones.

El conocimiento de uno mismo puede matar al Dragón del Miedo y la Duda.

Aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido.

A veces la ayuda puede debilitar a un ser humano.

Estaba su identidad, quien creía que era y que no era. Estaban sus creencias, aquello que él pensaba que era verdad y lo consideraba falso. Y estaban sus juicios, las cosas que tenía por buenas y aquellas que consideraba malas.

En ese instante, aceptó toda la responsabilidad por su vida, por la influencia que la gente tenía sobre ella y por los acontecimientos que le habían dado forma.

El reconocimiento de que él era la causa, no el efecto, le dio una nueva sensación de poder. Ya no tenía miedo.

Había soltado todo aquello que había temido y todo aquello que había sabido y poseído. Su voluntad de abarcar lo desconocido le había liberado Ahora el Universo era suyo, para ser experimentado y disfrutado.

Porque ahora el caballero era el arroyo. Era la Luna. Era el Sol. Podía ser todas estas cosas a la vez, y más, porque era uno con el Universo. Era Amor.

El Caballero de la Armadura Oxidada – Robert Fisher

Pablo

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