Soy Feliz Porque No Espero Nada De Nadie Y Es Como Quiero Vivir!

Soy Feliz Porque No Espero Nada De Nadie Y Es Como Quiero Vivir!

Soy Feliz Porque No Espero Nada De Nadie, y es como quiero vivir! …Si quieres evitarte sufrimientos y ser más feliz, no esperes nada de nadie… Así dicen algunos. ¿Pero realmente es factible que logremos vivir sin esperar nada de nadie?

Se sabe que el ser humano necesita estar en constante relación con los demás seres humanos, ya que se define como un ser socio-cultural, y a pesar de su individualidad es al mismo tiempo un ente social que habita en grupo. La naturaleza del ser humano es dinámica, activa, creativa y muy compleja. Sin embargo, es prácticamente imposible elaborar una lista de los rasgos que describan su “esencia colectiva”, pues los individuos son el producto de la cultura y de la adaptación a su medio.

El vínculo social es muy importante en el ser humano, ya que le permite desarrollar los diferentes aspectos de su conducta, aprendiendo a desenvolverse con el entorno que le rodea, y la misma interacción cotidiana nos conduce inevitablemente a tener expectativas en cuanto al comportamiento de los demás.

¿Como puedo afirmar que Soy feliz porque no espero nada de nadie ?

 

Una cosa son las relaciones habituales de convivencia con otros seres humanos, donde nos comprometemos a actuar de cierta manera para cumplir con los compromisos y otros asuntos cotidianos, y otra cosa es que yo como adulto, permita que mi felicidad dependa de las altas expectativas que tengo de los demás.

La idea es construir relaciones saludables, eficaces y felices, siempre desde la individualidad y el respeto por la autonomía del otro. Donde la opinión ajena no afecta ni me quita la paz, ni tampoco sufro si no me corresponden como espero.

En teoría parece fácil, pero en la práctica resulta bastante complejo. Y es que se necesita tomar consciencia sobre nuestra forma de pensar y poner algunas herramientas en práctica para lograrlo. Aquí te mostraremos cómo hacer para que no sufras ni te sientas mal cuando las cosas no salen como esperas, ya que el saber cómo hacerlo disminuirá un sufrimiento innecesario en ti y en los demás.

Pero…¿Qué es la Felicidad?

Siempre relacionamos la idea de la felicidad con estados de paz y armonía. Por ejemplo “Platón” dijo que la felicidad está en el movimiento tranquilo, es decir, la evolución o cambio sereno de las cosas, incluidas las que afectan a la vida.

También se dice que la felicidad es donde el individuo alcanza todo lo que desea de forma armoniosa y que le produce placer, en otras palabras la felicidad es la satisfacción de los placeres y donde se ven cubiertas las necesidades individuales de cada quien.

Claro está que habrá que tener en cuenta que dichos deseos sean reales y factibles, ya que habrá quien desee un carro último modelo y hay quien desee simplemente ir un día a la playa, entonces veremos así que los deseos podrían ser fáciles de alcanzar o no tan fáciles, todo depende de muchos factores, y la persona debe ser realista a la hora de pensar en lo que desea, recordarse a sí mismo que debe ser accesible según sus posibilidades y expectativas.

…Y qué son las expectativas?

Una expectativa es lo que alguien considera lo más probable que suceda. Es una suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista, así que un resultado menos ventajoso ocasiona una decepción. Si algo que pasa es completamente inesperado suele ser una sorpresa. Una expectativa sobre la conducta o desempeño de otra persona, expresada a esa persona, puede tener la naturaleza de una fuerte petición, o una orden, y no solo una sugerencia.

La expectativa es lo que por lo general deseamos obtener como un resultado de lo que esperamos, pero cuando no es cumplida nos causa sufrimiento o decepción. Muchas veces las cosas no son lo que parecen y juzgamos en base a ese algo que nunca podríamos predecir. Por eso la expectativa o el pre- ocuparse, es algo que deberíamos aprender a minimizar en nuestra mente.

Es menester educar a nuestra mente, mediante la vigilancia constante de nuestros pensamientos, evitando pronosticar o prever de antemano los acontecimientos y comportamiento de un hecho o de alguien.

La expectativa te hace pensar que puedes visualizar lo que va a suceder o de como una persona va a reaccionar ante una situación determinada, comenzando entonces a esperar un resultado.

  • Por ejemplo, si tú haces un favor a alguien, ese alguien te devolverá el favor cuando tú se lo pidas. O si tú te comportas de manera agradecida piensas y esperas que los demás también lo hagan. Si dices te amo esperas en seguida como respuesta un te amo también. Es muy común esperar que los demás estén de acuerdo contigo, sobre todo en las relaciones de pareja. Siempre queremos que él o ella nos apoyen incondicionalmente aunque muchas veces no tengamos la razón.
  • Otro ejemplo, es cuando trabajas arduamente en algún proyecto y los resultados no son para nada como lo pensaste, ya que a tu jefe no le gusto para nada tu proyecto. Entonces surge la rabia y la frustración porque no se vio valorado ni agradecido el esfuerzo y tiempo invertido y es que cuando no se te reconoce o no te toman en cuenta después de un trabajo difícil es normal que se presenten estas emociones.
  • Sucede también en el ámbito familiar con nuestros hijos, no queremos por ejemplo, que nos contradigan, así sean adultos, y nos cuesta entender que como individuos autónomos, es muy lógico que tengan criterios propios y tomen sus propias decisiones.
  • Nos pasa también con los amigos, que de repente por algunas circunstancias se alejan o cambian su manera de ser para con nosotros y olvidamos que muchas veces eso es un proceso normal en las amistades, donde no todas se quedan ni son para siempre, ya que algunos por lo general van y viene por nuestras vidas. Todo esto nos toma por sorpresa y nos sentimos frustrados o traicionados porque no entendemos el comportamiento de los demás y nos preguntamos por que actúan de tal manera.
  • Claro que es posible que te topes con personas y situaciones donde sí eres perfectamente correspondido, con pensamientos afines a ti, pero recordemos que todos nosotros como seres individuales, que somos pensamos y actuamos de formas muy diferentes, ya que influye la formación educativa, el nivel socio cultural, la crianza, la religión, en fin, son tantas las cosas que nos hacen diferentes los unos de los otros y esperar que los demás actúen en base a nuestros principios o a como somos nosotros deseamos será motivo de conflictos, desavenencias y desilusiones.

Sufrimos porque lo que esperábamos con tanta ilusión no sucede.

 

La expectativa te hace sentir frustrado, decepcionado, rabioso, disgustado, etc, cuando los resultados que obtienes ante cierta situación o evento determinado no son lo que tú esperabas. Y lo peor es que además muchas veces esa frustración y rabia la descargamos en los otros, creando conflictos y hasta roturas en las relaciones, y nos deprimimos por el desánimo y el ver que nada nos resulta como esperamos, creando así un círculo vicioso del que no sabemos cómo salir

Hay que Recordar Que todo Pasa…

Todo es cuestión de actitud. Nada es eterno en esta vida, ni lo bueno ni lo malo. Todo es relativo, así como relativos y volátiles son nuestros pensamientos. Las situaciones difíciles que muchas veces vivimos nos dejan experiencias que podemos usar para obtener resultados más óptimos y positivos más adelante. La vida nos ofrece oportunidades todos los días. Lo ideal es hacer lo que tienes que hacer desde el corazón, entregando todo de ti sin esperar nada a cambio, y poner todas tus fuerzas en hacerlo bien.

Aprendamos a poner en práctica las experiencias, consejos, e ideas creativas que hemos acumulado en el tiempo. Eso nos llevará a un resultado más eficaz, siempre y cuando lo hagamos desde el desprendimiento, no por nadie, no por impresionar, sino por nosotros mismos, por la satisfacción de alcanzar un objetivo y llegar a la meta propuesta, por ti y para ti.

No esperemos que el resultado sea de una determinada manera ni en determinado tiempo. Eliminemos la expectativa de nuestra vida. Cuando haces algo pensando en el tiempo te sientes encerrado y te produce ansiedad. Pensando cuando será que llegará la recompensa, o cuando se realizara la venta de la casa, o cuando será que puedas comprar tal cosa. O cuando será que logre bajar estos kilos… ¡Es una carga muy pesada!

Estar en el presente…

Cuando las cosas se hacen desde el corazón, ya no piensas en cual va a ser el resultado, y ni siquiera hay esfuerzo en ello, simplemente fluyes con el momento, vives la experiencia desde el presente,solo te deleitas, y te haces consciente de cada instante, no importa lo que sea que estés haciendo, puede ser desde un pastel de manzana o hasta un importante proyecto empresarial.

Haces lo que tienes que hacer y lo haces de forma responsable, honesta, y con amor sin pensar en cómo van a reaccionar ni que van a pensar los demás ya que no esperas una determinada acción.

Estar en el presente ayuda a enfocarte en apreciar la actividad que estas desempeñado y es una de las formas mas eficaces para disfrutar y eliminar la ansiedad.

Comunícate…

  • Si entras en conflicto con alguien porque está en desacuerdo contigo no esta bien, lo correcto es sentarse a dialogar, ya que la comunicación nos llevará a un acuerdo. La comunicación mediante un dialogo abierto y sincero evitara malos entendidos. Aceptemos que no todo el mundo piensa como nosotros, y el que los puntos de vista puedan ser distintos no debe ser un motivo de rabia ni disgustos. No busques cómplices de tu forma de pensar.
  • No asumamos que ya sabemos lo que la otra persona piensa y quiere. Tampoco demos por sentado a que la otra persona ya sabe de antemano lo que queremos o pensamos nosotros. Ese es un error muy común. Más bien expresemos, hablemos, digamos las cosas por su nombre en forma educada y cariñosa.
  • Hacerle saber a la otra persona qué es lo que queremos o que nos gusta y que no, expresar en que cosa estamos pensado hará de la relación una relación más estable y armoniosa.

No a la critica…

No caigamos en la trampa de culpar y criticar a la otra persona por no saber o conocer cuáles son nuestros gustos y preferencias. La crítica hace sentir a los demás menospreciados y no amados. Las personas terminan sintiéndose acomplejadas. Así que nunca obtendremos un resultado positivo cuando tratamos a punta de críticas a las personas que nos importan. Además recordemos que nosotros también formamos parte de la sociedad que nos critica. Y si vamos a hacer lo mismo no tendría sentido. No podemos ser uno más que haga lo mismo

A la final todo depende de cómo cada quien interpreta las cosas. Si te pasas la vida preguntándote que estás haciendo mal para que los demás te traten mal, pregúntate ¿que imagen le estas proyectando al mundo? Recuerda que solo recibes lo que das. Esto es una ley universal.

Es muy posible que tú mismo no te valores y además no sabes poner límites en tu vida, entonces difícilmente lo harán los demás. Así que la imagen que reflejas es muy importante y lo que hará que las demás personas reaccionen de determinada manera.

Una de las cosas más importantes a tener en cuenta es tomar responsabilidad de nuestras acciones y tomar en cuenta que las cosas que nos suceden tanto las agradables como las no tan agradables son un efecto cuya causa somos nosotros mismos, y entender que todo lo que acontece en nuestras vidas es atraído de alguna manera por nosotros mismos.

No hay culpables, todos estamos en el camino del aprendizaje…

  • Aprendamos a ser independientes, a conocernos, a valorarnos y amarnos lo suficiente como para que una opinión o acción que nos parezca negativa no nos afecte. Jamás entraremos en duda con respecto a nuestra propia valía si nos amamos y nos valoramos.
  • Simplemente pensaremos que los demás pueden opinar y pensar como quieran, ya que la opinión que formulan esta basada en sus propios conceptos personales y que nada tiene que ver contigo.
  • Aceptémonos como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, de igual manera aceptemos a los demás tal como son por igual. A fin de cuentas nadie es perfecto. Cada quien es único en este mundo. El solo hecho de existir ya es un privilegio, entonces nos toca ser, así que seamos auténticos, ya que cada quien es distinto en todos los sentidos.
  • Nadie es como nosotros, está comprobado que hasta los gemelos son distintos, que no hay dos copos de nieve iguales y desde que el mundo es mundo no ha existido nadie como tú, ni existirá tampoco.
  • Solo eres tú, inigualable e irrepetible y así somos todos. Si lo piensas veras que es algo simplemente maravilloso.
  • Cada quien vive su vida desde su propia experiencia y querer que los demás vivan su vida desde nuestra expectativa es una falta de respeto para con la individualidad de esa persona así como un acto egoísta de nuestra parte.
  • Aceptemos también el hecho de que no le podemos gustar a todo el mundo y tampoco todo el mundo puede estar de acuerdo conmigo.
  • Muchos nos ponemos una máscara o fingimos una personalidad o que tenemos una vida distinta a la que tenemos realmente y aparentamos lo que no somos solo para complacer o buscar la aprobación de los demás y así obtener lo que deseamos.
  • Pero eso no funciona ya que eso sería una falsedad y como todo lo falso termina por crear desarmonía y desilusión ya que además es una actitud que no es sostenible por mucho tiempo y todo termina cayendo por su propio peso.

Acéptalo, Nadie cambiará por ti…

Otro factor que te puede hacer ser feliz sin esperar nada de nadie es olvidarte del hecho de que los demás van a cambiar porque tú se lo pidas. Este error es el más común de todos y se aplica a todos. A los hijos, a la pareja, a los padres, a los amigos, al gobierno, en fin, pensamos en que todos deben cambiar para darnos gusto.

Tenemos la expectativa de que nuestra pareja sea más cariñoso, más atento, que nuestros hijos sean un modelo en comportamiento y educación, que nuestros padres sean más comprensivos, que los amigos sean más consecuentes etc.

Entonces vivimos en un conflicto interno constante que acaba por socavar nuestra tranquilidad y de paso le hacemos la vida un infierno a los demás ya que ese constante reclamo de parte de nosotros hacia los demás insistiendo en que ellos cambien simplemente los termina ahuyentando de nuestro lado. A nadie le gusta sentirse perseguido ni dominado.

Recordemos que la libertad es el más preciado de los tesoros y eso lo sentimos todos por igual.

Es importante aceptar a los demás tal como son, esto se ha repetido varias veces en el transcurso de esta lectura y es que de ello depende el éxito o el fracaso de las relaciones.

Respeta la Autonomía de Tus Hijos…

Muchas veces las relaciones con los hijos son muy difíciles porque como hemos dicho, si ya son mayores, ya ellos tienen sus ideas y formas de pensar y de hacer las cosas.

Más sin embargo, si vemos que de alguna manera están procediendo de una forma inadecuada y que pone en riesgo su felicidad, lo más que podemos hacer es simplemente conversar y sugerir nuestro punto de vista.

Aunque se nos haga muy difícil y doloroso notar que no nos escuchan, debemos comprender que por mucho amor que sintamos por ellos, vinieron a este mundo a vivir su propia experiencia de vida, y nada ni nadie tiene derecho a entrometerse en ella, ni siquiera tú.

Tratar de hacerles ver mediante el dialogo que nosotros como padres tenemos años de experiencia y que quizás en un momento determinado de la vida atravesamos en el pasado circunstancias parecidas y que por experiencia podemos aconsejar o decir nuestra opinión a favor de un resultado positivo.

Pero pasa que muchos padres reaccionan hasta de forma violenta con sus hijos, sobre todo si aún son adolescentes, castigándolos severamente y amenazándolos sin pensar que de esa forma solo los alejaran más y les generarán más conflictos a su vida. Entonces no esperes que eso pase, si quieres que algo cambie, cambia tu. Esto es algo muy trillado pero es muy real, y vale la pena mencionarlo.

La decisión de cambiar: Un acto muy personal.

Como bien dicen, nadie cambia por nadie y mucho menos cuando se trata de manera forzada. Por supuesto la expectativa de todos los padres es que sus hijos sean lo más felices.

Así que hagamos el intento de ser pacientes y tener presente que nuestros hijos son dignos de respeto aunque sean adolescentes y que nosotros les debemos respeto a ellos.

Tomemos consciencia de que solo podemos cambiarnos a nosotros mismos, y que tenemos control solo de la forma en que reaccionamos nosotros ante los hechos y circunstancias.

Por supuesto la forma más feliz de vivir es ser correspondidos y que todas las relaciones fluyeran acorde nuestros deseos y principios. Vivamos y pensemos desde el desapego y desde el fluir sin esperar nada de nadie, viviendo el presente a plenitud. Veremos así como atraeremos a nuestra vida personas y circunstancias afines. Está en tus manos.

Hay un famoso dicho que dice que todo depende del cristal con que se mire. Es simplemente una decisión, es desapegarte de la expectativa de cómo van a reaccionar los demás, es hacer sin esperar nada a cambio.

Se trata de tener una actitud mental frente a la vida basada en la aceptación, el entendimiento y la sensibilidad hacia los demás. Lo que con amor se da con amor se recibe

Al final de cuentas, la idea es que seas tan feliz, que no tengas tiempo de detenerte a observar la reacción de los demás.

…Y sí, soy feliz porque no espero nada de nadie, dejo que cada quien sea como siente que quiere ser, y que cada quien viva su vida a su manera. Igualmente lo hago yo. ¡Lo que importa es que seamos todos felices! ♥

Fuente: Renacer A La Vida 

Loubna Hatem

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