En este momento estás viviendo una experiencia de vida, pero… ¿realmente era tu única opción para experimentar? Si en este momento estás con mucho estrés, ¿crees que tu única opción es estar estresado? O ¿existe la posibilidad de que estés relajado, contento, riendo…?

Dicen que en lo que piensas lo “atraes”, pero… ¿realmente será así?

Imagina que estás en un cuarto oscuro y tienes solamente un casco con una linterna en la frente y tú estás dirigiendo tu cabeza al frente. Ahí estás iluminando una lámpara y tú crees que todo lo que hay en ese cuarto es esa lámpara porque es todo lo que puedes ver, lo demás sigue oscuro y no puedes ver nada…

Pero, ¿qué pasa si bajas un poco la cabeza? Descubres que hay también una mesa donde está la lámpara y así sucesivamente sigues moviéndote y descubriendo que hay más cosas, simplemente no las veías por la falta de luz, por la falta de focalización.

Normalmente es lo que nos pasa en la vida, tenemos todo para experimentarlo, pero no tenemos la capacidad de experimentarlo al mismo tiempo, así que en lo que nos focalizamos es lo que vemos, vivimos, experimentamos. Si me focalizo en el estrés, el esfuerzo, el miedo, eso es lo que vivo, pero realmente todo está ahí, también la relajación, el disfrute, la libertad, la felicidad. Entonces ¿por qué no cambiar mi focalización y empezar a vivir diferente de acuerdo a lo que yo quiero?Nosotros tenemos el poder de elegir lo que queremos experimentar y a através de nuestra voluntad nosotros decidimos en qué focalizarnos para manifestarlo en nuestra vida.

Si hay algo en tu vida que no te gusta y ya no lo quieres vivir así, lo que necesitas hacer es mover tu focalización a otra opción que sí quieras, porque mientras sigas focalizado en lo mismo, cuestionándote el por qué te pasa eso, culpándote incluso de esas experiencias lo que estás haciendo es seguir dándole valor a lo mismo con lo que sigues focalizado ahí y por lo tanto vives y experimentas más de lo mismo. Es cuando sentimos que estamos como en un círculo vicioso.

Así que más que estar pensando en lo que no quieres vivir, y “repasando” mentalmente todas esas cosas, situaciones, recordándolas una y otra vez, mejor ponte a pensar en lo que sí quieres vivir, incluso ponte a hacer una lista de lo que quieres y eso te va a llevar a focalizarte en lo que sí quieres.  Claro que a veces puede ser difícil, por ejemplo cuando hay algún dolor o miedo muy fuerte pero poco a poco lo puedes ir logrando. Incluso resulta muy útil el tener algún recuerdo maravilloso incluso de la infancia o de cualquier momento, pero que lo tengas presente, todo eso que sentiste, viste, experimentaste, para que en el caso de “emergencia” cuando entre algún pensamiento negativo, miedo, dolor, etc, lo tengas presente y luego luego te vuelques sobre ese recuerdo a revivir toda la experiencia lo más vívidamente posible y eso inmediatamente te saca de la situación en la que estás. Y como es un recuerdo hermoso, de algo que te gustó mucho vivir y que te gustaría volver a vivir, pues al focalizarte en ello vas a poner en movimiento las cosas para que vivas más de ese tipo de experiencias!

Vía: Holistic Wellness