Dar Y Recibir: Un Intercambio De Energía Que Nos Conduce A La Abundancia
El Dar y Recibir como buen uso de las leyes del Universo, se caracteriza por la energía con que nos relacionamos en todos los ámbitos de nuestra existencia. Esa energía que intercambiamos durante la acción de dar y la de recibir debe estar cargada por nuestras creencias positivas.
La Naturaleza nos muestra vividamente este compartir en los seres vivos con las plantas y los animales, ellos dan y reciben sin ningún esfuerzo, fluyendo con la energía del Universo en una danza sin fin.
Así mismo sucede con el ser humano. Si todos poseemos la misma energía que fluye del Universo, entonces la diferencia está en la forma como empleamos dicha energía.
Dar y recibir genera un equilibrio mágico:
Por lo general, la acción de dar, obsequiar, regalar, debe ir acompañada de un gran gozo por agradar a otros, con un gran espíritu de servicio y una buena actitud, libre de egoísmos.
Una de las principales formas de recibir aquello que tanto deseamos, es ayudando a otros a conseguir lo que tanto desean, al abrir nuestro corazón a las necesidades ajenas y actuar para bienestar de los demás con abundante amor, así estamos abriendo el flujo de la energía que nos permitirá recibir en abundancia.
Cuando damos con amor y de forma desinteresada estamos abriendo nuestro corazón para recibir y disfrutar del mismo equilibrio que expresa la naturaleza.
Qué pasa cuando sólo damos?
Cuando damos y no recibimos nada, se manifiesta un desequilibrio en el fluir de la energía del Universo hacia nuestro interior, el cual se puede traducir en “baja autoestima”.
Siempre que damos tenemos el derecho de recibir, y no hay nada malo en exigir de forma adecuada lo que nos corresponde recibir por lo que estamos dando. Si sólo damos no estamos cumpliendo debidamente nuestra misión, ya que fomentamos el egoísmo en los demás.
Cuando nos concentramos en dar y nos olvidamos de recibir, corremos el riesgo de olvidarnos de nosotros mismos, de nuestras necesidades y de todo aquello que merecemos recibir.
Qué pasa cuando solo recibimos?
Si solo estamos recibiendo sin entregar nada a cambio también es inadecuado, porque no estamos intercambiando nuestra energía, y se adquiere una deuda interna con el Universo que, en algún momento tendremos que pagar.
De esta forma pasa con aquellos que se enriquecen de forma fraudulenta, ciertamente gozan en su momento con lo obtenido, pero tarde o temprano la vida les cobra la deuda acumulada, y muchas veces no les alcanza lo obtenido para honrar el compromiso adquirido con el Universo.
Activando el fluir de nuestra energía de abundancia
Ahora es necesario observarnos y evaluar si estamos dando y recibiendo en equilibrio, o si por el contrario nuestra energía de abundancia no está fluyendo de forma correcta. Ser conscientes de todo lo que entregamos desde el amor, nos hace ser conscientes de lo que por amor, merecemos recibir, y en adelante es nuestra responsabilidad asegurarnos de conservar el equilibrio necesario.
Encontrar el equilibrio de forma consciente, y dar en abundancia desde el amor, abriendo nuestro corazón a recibir en armonía con el flujo del Universo nos conectará con la abundancia que nos merecemos.
En nuestras relaciones interpersonales se manifiesta de forma constante el dar y recibir. Si al obsequiar o regalar algo sentimos que lo estamos perdiendo, entonces no hemos dado nada en realidad, ya que no hay energía positiva detrás de nuestra acción de dar.
Cuando damos nuestra intención es lo más importante, ya que al despertar sentimientos de felicidad y alegría en quien recibe, y nosotros experimentamos felicidad y alegría al dar, desde ese sentimiento de felicidad y alegría estamos sustentando nuestra vida generando abundancia.
Recibimos de acuerdo a lo que damos cuando lo hacemos desde el corazón y de forma incondicional, con alegría, desde el amor y con la mejor de las intenciones, entonces la energía del Universo fluye hacia nosotros con total libertad, llenando con amor, alegría y abundancia todo nuestro entorno.
En toda interacción está explicita la energía que se manifiesta al dar y recibir, por lo que expresar nuestros sentimientos, agradecer, bendecir, abrazar, obsequiar una sonrisa y en todas las formas imaginables que tenemos los seres humanos para relacionarnos desde lo positivo y amoroso, es una forma maravillosa de accionar la energía del Universo a nuestro favor.
Nuestra interacción de dar y recibir no se limita a nuestras relaciones interpersonales, sino que ésta se manifiesta en nuestra relación con todo lo creado, ya que nuestros sentimientos de felicidad, alegría y bienestar nos hacen ver la vida y nuestro entorno de forma diferente, más amable, más amorosa, más brillante.
Cuando transmitimos sentimientos amorosos de felicidad y alegría, no sólo mejoramos nuestro día, sino que tenemos la capacidad de iluminar todo aquello con lo que entramos en contacto.
Una vez que nos conectamos con nuestros sentimientos amorosos de felicidad y alegría, los irradiamos hacia el Universo contribuyendo con la felicidad, alegría y bienestar de todo lo creado.
Desde ese compartir también contribuimos a mejorar nuestra salud y a sanar nuestro entorno, ya que el Universo al recibir de nosotros con amor, no tiene otra opción más que devolvernos la misma energía que le hemos transmitido, obsequiándonos con más motivos para alimentar nuestra felicidad y alegría.
Ser felices y alegres, nuestra misión de vida
Darnos cuenta que hemos vivido buscando la fórmula para ser felices, tropezando, levantando los pies y volviendo a tropezar, y entender que para ser felices, sólo necesitamos serlo realmente, es un poco extraño pero algo digno de considerar y evaluar.
Hemos aprendido a lo largo de los años a vivir desde la preocupación y la angustia, ignorando por completo que así como la felicidad y la alegría son sentimientos que generan bienestar en nuestro interior y en nuestro entorno, la preocupación y la angustia generan sentimientos de tristeza e infelicidad.
Hemos estado dando a nuestro Universo tristeza e infelicidad de forma inconsciente, sin embargo lo inconsciente no nos exime de la responsabilidad de lo que estamos creando, al dar sentimientos negativos de forma inconsciente, estamos creando la posibilidad de recibir más razones para continuar experimentando dichos sentimientos de preocupación, angustia, tristeza e infelicidad.
Hoy, al darnos cuenta y ser conscientes de ello, es un espectacular y maravilloso momento para tomar la decisión más importante de nuestras vidas. Qué queremos? “FELICIDAD”, pues es el momento preciso en que debemos aprender a transmitir felicidad a todo lo creado, es el momento preciso en que tenemos que comenzar a transmitir felicidad, sólo así obtendremos lo que más anhelamos.
Al dar felicidad, recibimos más razones para experimentar felicidad.
Para despedir quisiera comentarles algo personal. Mi amada madre falleció hace algunos años, y en sus últimos momentos me envió un mensaje: Hija, sé feliz. Hoy entiendo perfectamente su mensaje y quisiera supiera que desde donde estoy, estoy dando lo mejor de mi para conseguirlo. Gracias MADRE por encender en mi la chispa de la inquietud, el deseo de buscar y la magia de encontrar.
Entendí que el dar y recibir es la magia que equilibra nuestras vidas.
Vía: Renacer a la Vida